Globalización,
Desempleo y Educación Técnica
Prof. Gisellis Castillo
En la actual etapa de la globalización, se plantean nuevos
desafíos a los países del orbe y más aún a los estados tercermundistas, las
instituciones, las sociedades y los individuos. La globalización ha agudizado
la necesidad de ser competitivos para poder establecerse en los mercados
globales y esto obliga a las empresas a convertirse en centros de innovación y
de mejora continua. Los trabajadores también deben estar a tono con la
evolución tecnológica del trabajo para ser ellos más creativos y eficientes. La
educación técnica y la formación profesional son los caminos para el desarrollo
de capacidades laborales, pero una de las mayores tensiones se advierte en la
falta de sincronización entre los esfuerzos de los sistemas educacionales y las
necesidades del mundo laboral.
La OIT (Organización Internacional para el Trabajo) en
junio del 2003, reconoció que la globalización tenía aspectos positivos y
negativos. Entre los positivos podemos mencionar: aumento de intercambios
comerciales, caída de barreras proteccionistas, aceleración de procesos
tecnológicos, el Internet que se ha definido como una puerta al mundo, que
sirve para fines de estudio, investigación, negocios y se entretenimiento. Por
otro lado, entre los aspectos negativos destacan: aumento de la brecha entre
países ricos y pobres, crecimiento económico no va de la mano con la creación
de empleos, privilegio de la dimensión financiera en vez de los procesos
productivos y tendencia al abandono del aspecto social en apariencia la
economía crece, pero el trabajo disminuye y el trabajo es la base de la
dignidad de una persona pero que a consecuencia de la globalización millones de
desempleados y subempleados en el mundo están perdiendo su dignidad poco a poco
y será difícil recuperarla.
La educación está inmersa quiéralo o no en un mundo
globalizado. La globalización tiene sus aspectos positivos y negativos, depende
del uso que se le quiera dar. La educación venezolana tiene déficit en inculcar
habilidades para que el alumno sea competitivo en este mundo globalizado. Se le
debe propiciar el cultivo del pensamiento analítico y crítico; todo ello
mediante una concepción educativa integral que apunte a la transformación
personal y colectiva de la realidad social, donde los docentes tengan una tarea
primordial que es en primer lugar la de participar en el proceso de enseñanza
aprendizaje con una concepción científica del mundo y en segundo lugar, el
profesor debe ser modelo, ejemplo, líder, conductor, guía, investigador, que
participe del desarrollo histórico de la formación de las nuevas generaciones
de manera integral de la personalidad del educando; es decir lo moral,
artístico, intelectual, físico, cultural, estético, técnico; si el alumno no
está preparado competitivamente, engrosará la fila de los desempleados y
Venezuela seguirá como país tercermundista.
La educación técnica es la preparación formal para un
trabajo calificado en un área tecnológica especializada. Enfatiza la
adquisición de competencias propias en determinadas áreas técnicas persiguiendo
que el estudiante se profesionalice en un campo en la educación superior. Ésta
requiere y necesita un alto nivel de calidad que debe estar estrechamente
ligada al nivel universitario, en particular con las ingenierías y las ciencias
aplicadas (Física, Química y Matemática) para lograr así el doble propósito de
asegurar fundamentación científica y metodológica y otorgarle el estatus
académico y social a esta formación.
La educación técnica es una opción para la juventud en
contexto de pobreza que no puede o no quiere continuar estudios universitarios
tradicionales y tiene un gran valor económico y social para la sociedad,
obviamente, si se logra que la fuerza laboral, debidamente formada, se
desempeñe competentemente. Entre los objetivos de la educación técnica está el
fomentar el emprendimiento el cual implica formar personas capaces de
transformar, producir bienes, servicios, ideas e iniciativas de transformación
y con ello mejorar la vida.
El trabajo es un hecho social que, a su vez, repercute
sobre diversos aspectos de la sociedad, tanto para su desarrollo, como para su
involución. El trabajo humano es el que ha permitido que la sociedad se haya
desarrollado y llegado hasta nuestros días con todos los adelantos científicos,
tecnológicos y productivos que tenemos, pero a la vez y paradójicamente, con
toda la carga de conflictos, desastres y males que el mismo hombre, con el
trabajo, ha producido. Precisamente, uno de los factores que más impacto ha
recibido, en relación a la globalización de la economía, ha sido el trabajo y
todo lo que ello implica, es decir, el empleo, las relaciones laborales, las
estructuras de trabajo, la división del trabajo, los conflictos laborales, la
organización social de los trabajadores, se han venido modificando por las
influencias del proceso globalizador
Finalmente resulta
claro La incorporación de nuevas tecnologías que, si bien es cierto dinamizan
los procesos de trabajo, también han afectado la división del trabajo y la propia
estructura de trabajo, así como las relaciones laborales. Estas tecnologías,
altamente sofisticadas son ahorradoras de mano de obra. Así como la
incorporación de las máquinas en los procesos de industrialización generaron
desempleo tanto en los países desarrollados como en los subdesarrollados
En Venezuela la falta de carreras técnicas que faciliten la
incorporación de la juventud al mercado laboral, la falta de experiencia
práctica y la mala preparación académica, son algunas de las causas por las que
personas jóvenes presentan la tasa de desempleo total más alta. Podríamos
resumirá a continuación en otras
palabras que la educación venezolana no
está siendo atractiva para la juventud, por lo que está desertando de los
colegios, y eso trae como consecuencia esos resultados, una mano de obra mal
preparada, entonces hay abundancia de desempleo, y cuando logran algún empleo
es de baja calidad, bajos salarios, malas condiciones porque no están
preparados.
La incorporación masiva de tecnología en la producción, exige mejor preparación, entonces si se tiene una juventud que está desertando de los colegios y universidades ellos no califican para los puestos que se están creando.
La incorporación masiva de tecnología en la producción, exige mejor preparación, entonces si se tiene una juventud que está desertando de los colegios y universidades ellos no califican para los puestos que se están creando.
Sin embargo existen
dudas sobre los resultados cualitativos del funcionamiento y resultado del
sistema educativo; según expertos, el venezolano no se está aprendiendo las
habilidades y conocimientos necesarios para tener éxito en una economía
competitiva, tampoco ofrece oficios demandados por el sector laboral, lo cual
explica en parte los elevados niveles de desempleo y subempleo en el sector
informal. No se están generando los recursos humanos en cantidad y
especializaciones requeridas por el sistema productivo los cuales presentan
necesidades de personal técnico calificado en sus proceso productivo capaces de
dar mantenimiento y operar máquinas y dominar la tecnología adquirida de otros países.
En este sentido se comprende que uno de cada tres jóvenes estudia
mientras que de esta manera
La globalización ha agudizado la
necesidad de ser competitivos para poder establecerse en los mercados globales
y esto obliga a las empresas a convertirse en centros de innovación y de mejora
continua. Los trabajadores también deben estar a tono con la evolución
tecnológica del trabajo para ser ellos más creativos y eficientes.
La inversión que haga una sociedad en calificación, reciclaje y
perfeccionamiento continuos de su mano de obra es condición determinante para
poder insertarse en una economía globalizada– La tasa de desempleo de este
grupo suele ser de dos a tres veces la tasa promedio y su vulnerabilidad en el
mercado de trabajo es alta.
ESCUELAS TÉCNICAS COMO SOLUCIÓN AL
DESEMPLEO
Y PRODUCCIÓN GLOBAL
Prof. Daniel Ríos
La
globalización es la universalidad de pensamientos hechos realidad en los países
independientes, en este se involucra los procesos económicos, tecnológicos,
políticos y cultural, en muchos casos también se encuentra presente la religión
como premisa de comportamientos de quienes viven en esas sociedades, todos los
factores antes mencionados convergen en los estados con políticas socialmente
democráticos y es que en capitalismo
surgen las empresas con grandes visiones de desarrollo a escalas mundiales, pero
para ello debe existir una constante comunicación entre países, existiendo así
la revolución de la comunicación en cualquiera de sus herramientas, tv,
internet, telefonía, radio, ondas de trasmisión electromagnéticas, satélites,
wifi y un sin fin de objetos innovadores que nos acorta distancia, de tal
manera que la globalización obedece a los adelantos de conectividad humana ya
sea por transporte (aéreo, terrestre o marítimo) y las telecomunicaciones
proveyendo la autónoma circulación de personas y la presencia de las TIC´s.
En
esa llamada integralidad de las cosas o pensamientos que han venido normando
reglas para la estandarización internacional de tal modo que se lleve un mismo
lenguaje de comunicación, ha llevado clausulas a los países para apaliar el
desempleo y desabastecimiento con la producción desde nuestro entorno
social-vivencial y con esto me refiero a la “comunidad”; quienes buscan
solucionar su problemas en colectivo a través de las cooperativas que emergen
desde el seno de la conciencia social en pro de su colectividad. Si bien el
desempleo suele ser considerado un flagelo, en diversos tiempos se lo maneja
como un instrumento de política pública, conducente a dinamizar la economía del
país, por medio de la competencia entre los trabajadores desocupados y la
existencia de nuevas formas de vivir.
De tal manera que la asiento del avance se encuentra
en la educación, en la formación del protagonista del progreso, es decir, el
individuo, quien desde sí mismo ha de transformar y evolucionar, elaborar, con
destreza e inteligencia, los recursos que se encuentran a su disposición. La
educación técnica debe capacitar a las personas no sólo como entes productivos,
sino también como ciudadanos destinados a colaborar en el progreso de la
sociedad, en el bienestar de la familia y en la prosperidad personal. Debe valorar
el trabajo humano desde la apreciación educativa, la formación y el progreso de
la fuerza laboral y concebirlo como la herramienta a través de la cual hombres
y mujeres recrean la realidad, en una relación mutuamente transformadora.
La
demanda actual de personal técnico calificado es cada vez más muy alta, y es
que las grandes empresas les interesa un empleado que tenga los conocimientos prácticos,
higiene y producción industrial puesto que este le dará grandes estándares de calidad
y mayor producción en menor tiempo aumentando las ganancias; las Escuelas Técnicas
tienen amplia experiencia en preparar al individuo para la inserción al plano
laboral ya que sus rigurosos currículo están diseñados para que el estudiante pueda
laborar tal como una persona egresada de una universidad en cuanto a destrezas
manuales se refiere.
Asimismo,
El trabajo ocupa gran parte de nuestro tiempo y múltiples dimensiones de
nuestra vida. En casi todos los casos es un medio imprescindible para
subsistir, es ocasión y medio de avance personal, incrementa el valor económico
o cultural de las cosas y es un servicio social.
Sin
embargo, aún queda mucho por hacer en el subsistema de educación media técnica ya
que tiene enormes retos que sobrepasar como la dimensión de la enseñanza y es
que deben afinar el egreso de individuos con valores y equidad, con las
competencias laborales y emprendedoras, que respondan a la demandas de los mercados
laboral local y regional. Aunado a lo antes mencionado, el desarrollo de
investigaciones e innovaciones tecnológicas que contribuyan a la
sustentabilidad del país, para así lograr la coherencia
y pertinencia entre la oferta formativa que se imparte en los en las escuelas
técnicas, con los requerimientos del mercado laboral y los planes de progreso
local y nacional.
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